La tarde dominical debía ser compartida entre vuelos y los trabajos que estaban pendientes para instalar el imponente molino de viento, que desde el sur (Collipulli) viajó hasta la pista del Club de Aeromodelismo Chillán, para quedarse definitivamente, como un aporte de don Marcelo Doussoulin, padre del Presidente homónimo de la institución chillaneja. Pero la construcción del cimiento fue una tarea bien árdua y la noche no tardó en llegar. Sólo se vio al piloto Claudio Olmedo, con unas pocas maniobras de su Soar, antes que la luz se terminara. La jornada, eso sí, fue muy amena, y con trabajo no se sentían los 4.5 grados que hubo en el campo de vuelo, poco antes que terminara la jornada.Al trabajo de los socios se sumó el de Gaspar Barrera, que no le pierde pisada a su padre Juan Alberto; y el de Rob A. Cabrera que una vez más cooperó con tareas del Club, acompañando a su hermano.
Marcelo se quedó con las ganas de estrenar su nuevo Edge 540 controlado con su nueva radio, una espectacular Turnigy 9XR, al menos pudo mostrarla y explicar algunas de sus cualidades.
