El Nextar 46, una vez concluido su armado. |
Una visión frontal. Se aprecia la extensión del silenciador. |
También hay otra razón. Tengo en mi bodega un par de alas (2) de otros Nextar, para repuesto. Una me la obsequió mi ex instructor Pablo Villagra, alejado hace tiempo de las pistas. La otra, perteneció a mi segundo trainer (después del Avistar 40). La historia es larga, pero en lo medular, esa ala se desprendió en pleno vuelo, haciendo algunos loops a gran altura, por fatiga de un pequeño tornillo de sujección. El fuselaje se destruyó casi por completo, y el ala cayó a medio kilómetro, sin daño alguno.
Instalación de servos. |
Válvula de llenado. |
El otro elemento especial es un tren de aterrizaje de nariz, reforzado con un resorte que proporciona mayor amortiguación, en caso de aterrizajes más duros.
Interruptor e indicador de carga de batería. |
El CG parece indicar que está bien balanceado, pero nunca me confío hasta ver el comportamiento del modelo en vuelo.
El debut del nuevo Nextar 46 debía ser esta mañana, en una jornada que, se suponía, partiría con un opíparo desayuno en la pista, pero la meteorología quiso otra cosa, y el mal tiempo se hizo hoy sentir en esta parte de la Región del Bío Bío. Queda pendiente.
Tres de aterrizaje de nariz reforzado. |
Fernando, mi ayudante y futuro piloto. |
POST DATA
Esto lo escribo después de publicar el artículo sobre el Nextar 46, sólo para agradecer el comentario que me hizo llegar vía correo electrónico, mi amigo y destacado aeromodelista brasileño, Marcos Infante, desde Minas Gerais, destacando la idea de mantener
un avión entrenador, independiente del nivel que podamos alcanzar. "Siempre me ha
gustado volar modelos trainer, aún en
fase avanzada el piloto veterano sigue disfrutando un vuelo trainer, este si tiene su distinto placer, incomparable planeo y por lo sencillo que
es. Por eso mismo siempre me ha
gustado dar instrucciones de vuelo para poder jugar un poquito con los modelos
trainer. Hasta hoy tengo en
perfecto estado de conservación el trainer Canary con su OS MAX 40 LA, el que daba instrucciones de vuelo en el
aérodromo de Chillán". Comparto plenamente sus palabras. ¡Gracias Marcos!
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